Quien se quede esta Semana Santa en Gran Canaria o venga de fuera a visitarla, tiene una alternativa a las playas. Por qué no dedicar uno de los días de vacaciones a respirar aire puro de montaña y deleitarse la vista con los paisajes de Pino Santo.
Pertenece a los Espacios Naturales de Canarias, protegido en su mayor parte. Un ejemplo de la variedad de vegetación que puede surgir de tierras volcánicas si acompañan las horas de sol y la humedad ambiente. Dragos, palmeras, lentiscos y marmulanos se mezclan con pitas (o agaves) y tuneras. La mezcla de almendros junto a eucaliptos aportan aún más belleza y por supuesto no faltan los pinos canarios.
En otros parajes del mundo nos encontramos cada una de estas especies dispersas por los diferentes tipos de clima y geología, grandes extensiones con una vegetación uniforme. En las regiones de montaña de Canarias en general, y particularmente en los rincones de Pino Santo, crece una variedad de flora interminable por sus buenas condiciones. Por poder verlo in situ y por descubrir sus diferentes pueblos, recomendamos ir a visitarlo aunque sea una vez.
Para elegir hay varias rutas ya que son muchos los asentaminetos y debido a la topografía montañosa que presentan hay que elegir una población y sus alrededores. Si queremos recorrerlo entero, entre montes y barrancos haría falta más de un día.
Forman parte de el Paisaje Protegido de Pino Santo:
Las Meleguinas, La Angostura, Pino Santo Alto, Pino Santo Bajo, Lomo Espino, Hoya Bravo, La Yedra, Utiaca, Espartero, La Calzada, Dragonal, Llanos de Maria Rivera, El Pintor, Loma de Galga, Lomo del Corcovado y Siete Puertas.
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